lunes, 4 de mayo de 2009

Peregrinus dixit.



Eran las nueve y media de la mañana del dos de mayo cuando bajaba a tomar un café al pequeño bar del pueblo.

En la plaza de Sancho Garcés ya estaban los primeros preregrinos del día. Llegaban a Monjardín desde Ázqueta, tras un fuerte repecho en el camino, paraban a desayunar en Ilarria. Así se llama la antigua sociedad, ahora bar. Ilarria significa "piedra de muerto", curioso nombre para un bar....

Mientras ojeaba la prensa del día no pude resistir poner la oreja para escuchar detenidamente las anécdotas de los peregrinos.

Dos exempleados de Telefónica comentaban con un comercial en el paro, acerca de lo poco que es necesario para vivir. Decía, que con el techo, la comida del día y la familia, nada más era necesario. Que todo lo demás, esa mierda de los "objetivos-producir-ganar-objetivos ..." que eso no tenía ningún sentido. Los de Telefónica coincidían plenamente. Uno sentenció: "el que no conoce la suficiencia, nunca sabe si tiene lo suficiente". Amén pensé yo.

En esas estábamos cuando entró al bar una peregrina de peso. Y digo de peso porque la señora estaba algo más que fuerte. Y con esa gracia que sólo tienen los cordobeses, y antes de pedir nada a la camarera comenzó a protestar. Que si llevo ya cuatro días en el camino, que si a este paso no ve voy a echar novio, que si lo que necesito es sexo.

Uno que casi se atraganta con el último sorbo del café, no daba crédito. Entre risas y mientras le invitaban a desayunar, uno de los de Telefónica le retaba "si lo que quieres es eso, no vayas a Santiago, toma el camino de Lourdes". Todos comenzaron a reírse, incluida ella, que consintió que le invitaran.

Peregrinus dixit.

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