martes, 12 de mayo de 2009

¡Qué dichos!


No lo he podido resistir. Esta mañana me he encontrado con una amiga.

La chavala venía de una entrevista de trabajo. Parece que vamos a tener una amiga más de camarera, lo cual no está nada mal. La entrevista le ha salido bien, y se maneja bien con la cafetera y con los cubatas. Yo le he felicitado, pero ella me ha dicho:

-Esperate majo que del dicho al hecho hay mucho estrecho.-

Digo yo que querría decir que va todo un trecho, y la sonrisilla se me a adivinado. Pero luego pensándolo mejor... ¿No habrá querido decir lo que ha dicho?

Eso, que los que dicen son muchos, pero los que hacen pocos. Entiendase el decir y hacer en relación con la estrechez del personal. O con lo cortados que son algunos en esta tierra.

Y esto me ha recordado la vista, en la que terminé pidiendo a una gitana una multa, la verdad que descomunal, por haber abofeteado a una electa. La gitana, que saber lo que había hecho, vaya que si lo sabía, al oír semejante petición económica (que es lo que más duele en estos tiempos), replicó:

-!Hay Señoría, que son muchos dineros, que yo no tengo tanto, y que me tendría que amargar la furgoneta¡

Eso, amargar la furgoneta en lugar de embargarla. Aunque bien mirado, pues si que se la amargarían, a pesar de que en esta tierra haya mucho estrecho.

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